En una ocasión una persona resultó alcanzada por una flecha. No quería aceptar la ayuda de nadie. Le interesaba mucho más descubrir quién había disparado sobre ella, cómo era esa persona, de dónde procedía, cómo podía ella vengarse de su agresor y de qué madera estaba hecha la flecha.
Se fue consumiendo cada vez más en pensamientos relacionados con el odio, la venganza, el desmayo, la marginación, el reproche, etc., hasta que murió como consecuencia de esa flecha que aún tenía clavada.
Muchos de nosotros compartimos un destino parecido. Estamos heridos, tenemos clavadas flechas y hay un veneno que poco a poco nos va matando. En lugar de actuar de forma inmediata y de extraer la flecha, aunque por un momento ello nos suponga dolor, huimos y construimos castillos de pensamientos sobre aquello que nos parece mucho más importante. Aparcamos lo verdaderamente importante por un tiempo ilimitado. Nos concentramos en lo que hay en el mundo exterior, en lugar de darnos cuenta, que en cualquier momento, podemos cambiar el rumbo de nuestra vida con el fin de encontrar la felicidad, la paz y la plenitud.

Recuerdo que estaba de vacaciones, tumbado en la cama, el sol asomaba en las ventanas y se podía escuchar las olas del mar. Era el tercer día de vacaciones y mi primer dia en la playa y también fue mi primer ataque de pánico. Se me disparó todo el cuerpo, era como si estuviera dentro de un ascensor cayendo. Aparentemente todo estaba quieto pero podía sentir por dentro como el estómago se me encogía y todo mi cuerpo se disparaba.
¿Qué me pasa me grité por dentro? ¿Me voy a morir? empecé a respirar, me levanté, caminé, estaba perdiendo el control y no tenía ni idea de lo que me estaba ocurriendo…
Retrocedamos un poco para tener más perspectiva…
Yo vengo de ser la cuarta generación de restauradores.Mis bisabuelos por parte de mi padre fundaron un restaurante, en el que 4 generaciones hemos convivido heredando los asuntos pendientes de generaciones pasadas. A pesar de diplomarme en empresariales y hacer varios postgrados en contabilidad de costes y marketing digital, el rumbo de mi formación se desviaría por el peso de los asuntos de mi árbol genealógico.
Tenía problemas con mi familia, con mis padres. En el trabajo estaba sometido a stress, era de los que lo dan todo para ser reconocidos, pero en mi caso ese reconocimiento no llegaba. Y además el reconocimiento que necesitaba, era el reconocimiento de las personas más importantes en mi vida, mis padres.
El miedo a… me había arrinconado, no quería enfrentarme con nadie, ni con mis padres , todo lo que empezaba no lo terminaba y carecía de fuerza para levantar mis responsabilidades. Llevaba ya tiempo en la misma situación, inmóvil. Tenía puesto el foco en el mundo exterior y era de los que decía: “Para qué complicarnos la vida si son 4 días”
Mi inconsciente y mi cuerpo no estaban nada de acuerdo con esa afirmación y la ansiedad junto con los ataques de pánico, desmontaron mi plan de hacer ver, que no pasaba nada y me arrojaron al suelo, para que empezara mi viaje a mi mundo interior.
Dejé de mirar hacia fuera y miré en mi interior el muro, que me separaba de saber quién era yo en realidad.
Así empecé mi camino de desarrollo personal, primero tomando terapia con dos psicólogas luego, me formé en la técnica de Vivation, hice mis pinitos con la terapia Gestalt y me formé en Constelaciones familiares en el institut Gestalt. También tomé la formación de Coach Sistémico.
Leí libros y libros de espiritualidad y autocrecimiento… Estuve estudiando con los Shaumbra de Tobías y hoy en dia, sigo estudiando meditación en la organización sin ánimo de lucro Self-Realization Fellowship fundada por Paramahansa Yogananda en 1920.
También hice un curso de Técnicas para crear interés con José Manuel Piedrafita, experto en los niños índigo. Y fue quién me inició en el campo de la escritura con los cuentos.
Así con todo este conocimiento inicié mi viaje a mi mundo interior con los Cuentos para ir hacia la Vida.
Profundizaremos en los aspectos que desees tratar. Lo único que hago yo es ponerte en contacto contigo mism@, el resto fluye de ti. Eres tú quien toma la responsabilidad de todo el proceso y yo te acompaño testimoniando, esa toma de poder. Porque el poder de ayudarte: no lo tengo yo, ni lo tienen los cursos, ni los trainings, ni ninguna persona en este mundo. La única persona que tiene el poder de ayudarte eres tú. Pero estamos acostumbrados a entregar ese poder a los demás y ya no nos acordamos cómo era eso de tener nuestro propio poder…
Te enseñaré las distintas puertas para que cruces tu umbral y empieces tu viaje hacia tu Alma. Todo esto lo haremos dentro del marco del problema que deseas tratar. En estas sesiones vamos a por temas concretos que te ocupan y encuentras tus soluciones, con la ayuda de tu Mundo Interno.
Tu eres la Reina/ el Rey de tu mundo interno, donde las voces de sus habitantes resuenan en los valles del subconsciente. El problema es que esas voces no nos reconocen como su gobernante, pues en algunos casos las desoímos, en otros ni sabemos que existen y en unos pocos son ellas quienes nos gobiernan. Toda esta lucha de influencias te pone en situaciones difíciles, donde la fuerza para lograr los objetivos está menguada.
En esta sesión individual, te brindo ese espacio, para que tus voces puedan encontrarse contigo y así puedas establecer un diálogo, para conseguir, que estas se unan a tu causa y así sumes voluntades en tu reino.
Hablaremos un rato sobre ti y quizás también sobre mí. ¿Por qué digo sobre mí? Porque la mayoría de veces todos los asuntos que me traéis tienen relación o resuenan con mis asuntos y yo de alguna manera también me veo reflejado en ellos. Esto es lo que en psicología se llama proyectarse en el cliente. Aunque en terapia esto no es nada recomendable en mi caso sí es positivo. Ya que yo no voy a decirte lo que debes hacer, simplemente voy a utilizar ese tramo de nuestro camino en el que coincidimos para poder entrar contigo en tu mundo interno.
Después haremos una incursión a tu mundo interno y te acompañaré hasta encontrar el camino hacia la liberación-solución. Esta incursión se puede apoyar en un cuento o en una sencilla excursión por tu mundo interno, acompañándote hasta que des con tu solución.
El problema quizás no desaparezca pero sí tendrás un nuevo punto de vista que te permita abordarlo con energías renovadas para por fin sortear este obstáculo y permitirte seguir tu camino hacia la vida. Todo esto en una sesión