Como os dije en el post anterior, había perdido a mis animales y no era capaz de ver con esos ojos de niño, el circo mágico de la esencia. Mi mirada era ahora más racional y veía lo que veían los demás. Había perdido el acceso al mundo de la magia.
Fueron momentos de descubrir quien era a través de lo que pensaban los demás. Primero fueron mis padres, dos modelos que se me grabaron para saber en un futuro como sería cuando fuera padre. El afecto de mis padres, sus expectativas, sus buenas intenciones y sus miedos, respecto a lo que a mi vida podría convertirse, diseñaron un mapa sobre lo que yo consideraba, que estaba bien o no. Significando en algunas ocasiones actuar para obtener su aprobación o en otras ocasiones todo lo contrario, para alimentar mi soberbia de que yo, sí sabía lo que estaba bien y lo que no.
Mi familia y mis amigos que pasaron a ser también una familia, fueron otra isla del tesoro para averiguar quién era yo. Debido a mi baja autoestima, buscaba verme reflejado en las reacciones de los demás, para definirme…
Recuerdo una conversación con uno de mis amigos, al cual le confesaba, que yo no era como creían todos, le decía que mi forma de ser era una actuación guionizada, en función de ser aprobado por los demás. Mi amigo era bastante pragmático y me dijo: déjate de tonterías eres como eres ahora mismo.
Mi vida siguió y yo como un zombie hambriento vivía a costa de los demás, de su aprobación, de sus comentarios y cada vez, que miraba en mi interior me encontraba con esa voz que me decía: Eres lo que eres ahora mismo… ¿Y sabes una cosa? No me gustaba lo que era en ese momento.
La ansiedad y los ataques de pánico llegaron igual, que un ejército invasor irrumpiendo en mi mundo externo y obligándome a mirar hacia mi mundo interno. Entonces con el tiempo recordé a ese niño… ¿Has perdido a tus animales?
Tuve un sueño, el niño venía y me invitaba a pasar al circo de la esencia, pero esta vez no habían animales, sino personas que representaban la esencia. El único espectador del circo era yo y durante toda la actuación aparecieron personas interpretando la esencia. Todas esas personas las conocía…
¿Quieres acompañarme al circo de la esencia? Imagina que estás sentada en tu butaca, el circo está vacío y está a punto de aparecer la primera persona. Se trata de alguien que conoces… Dime ¿Qué persona ha venido a tu mente cuando has leído “alguien que conoces”. Anótalo en tu diario de viaje.
Esa persona aparece en el escenario te mira y por un momento puedes sentir todo lo que siente y puedes leer sus pensamientos. Cuando te mira anota escribiendo lo primero que te venga a estas preguntas, TIENES LIBERTAD LITERARIA TOTAL.
¿Cómo se siente cuando te mira?
Te trae un recuerdo del pasado, una vivencia o una anécdota… ¿la tienes? Anótalo, ¿Cómo te sientes cuando la recuerdas? ¿Cómo se siente esta persona en este recuerdo ahora en tu compañía? Anota lo que te venga.
¿Quieres recuperar el acceso a ese mundo perdido de la infancia, dónde la magia era posible?
La siguiente pregunta es la más importante de todas, así que tómatela con calma…
¿Para qué quieres recuperar ese mundo perdido? ¿Para qué quieres recuperar la magia?
En el siguiente post te explicaré cómo entré en mi mundo interno y quizás haya un cuento para ti…