CADA VEZ QUE VAS HACIA TUS METAS
Se activan en ti las creencias que tu Narrador ha diseñado para definir quién eres. Ahora eso puede cambiar, si todos estos patrones que vivien en tu inconsciente los llevas a la consciencia.
HAZ UN MAPA DE TU TESORO PERDIDO CONMIGO
¿Qué es un mapa del Tesoro Perdido?
CRÓNICA DE UN MAPA DE LOS TESOROS PERDIDOS
El Asunto era: el miedo que nos embarga cuando vamos a encontrar una pareja más joven, con la que poder iniciar la travesía de la vida juntos.
Cuando hemos terminado de dibujar el mapa, nos adentramos juntos en él y lo primero que nos encontramos es la herida. Teníamos miedo de empezar este viaje hacia la búsqueda de pareja, porque ya no somos tan jóvenes y nuestro cuerpo ya no es como el de antes…
Pero en el mapa quién viene a visitarnos es aquella madre que no nos miraba, no nos veía, no podía empatizar con nosotros.
Así aprendimos en la infancia que era ser invisible para los demás. Esa niña o niño seguía esperando y anhelando a nuestra madre, porque la amábamos con todo nuestro Ser. Ella era nosotros y ese vínculo tan especial que se inicia en el vientre se estaba perdiendo entre la niebla del destino.
Viajamos un poco más allá y descubrimos, que a nuestra madre le había sucedido lo mismo con su madre. Así se repetía la herida de una a otra y la invisibilidad obligada se convertía en una superviviencia por sostenernos por nosotros mismos, ya que nuestra madre no podía sostenerse por sí misma, la vida la estaba golpeando duramente.
El pasado no se puede reescribir, no se puede cambiar, es lo que fue. Pero las creencias que se escribieron en ese momento, por nuestro narrador, sí se pueden reescribir. Entonces vimos que nos sentimos que no éramos merecedores, no éramos valiosos para nuestra madre. Y así caminamos por la vida acompañados desde entonces por esa niña, que nos recordaba su herida sin poder hacer nada con ella.
No Sirve de nada ir más lejos si no estás conmigo…
Ahora que se ha hecho consciente, podemos respirar ese lugar en nuestro cuerpo en el que vive la niña y la podemos acompañar desde nuestra presencia. Sólo eso, presencia… Lo que quiere decir tiempo y espacio dedicado única y exclusivamente a ver a esta niña. Nuestra mamá no lo supo hacer mejor, pero tú y yo sí podemos hacerlo ahora.
No Sirve de nada ir más lejos si no estás conmigo…
Así proseguimos en el mapa y nos encontramos en unas montañas oscuras a nuestro padre. Quién en la sombra nos retaba al decirnos que no a hacer lo contrario. Es la primera vez que comprendemos a nuestro padre de esta manera, ya que para nosotros era un muermo de narices. Podemos sentir esa complicidad en la sombra y de alguna manera allí hay otra presencia oculta, que nos observa, pero no será hasta más adelante que la descubriremos.
En estas montañas nos visita una guerrera Amazona, que viene a señalarnos para decirnos que nosotros en el Amor, somos cazadoras. Nos gusta retar y nos gusta cazar, sentimos la energía de Eros y el Amante desde su lado más salvaje, nos despierta hacia la Vida rompiendo con las líneas patriarcales tradicionalistas. Ese lado salvaje nos conecta con la sensualidad libre de etiquetas. Y desde allí comprendemos porque buscamos una pareja más joven, dudamos que nadie mayor pueda estar a nuestra altura… Así tomamos a esta Amazona para que nos acompañe el resto de la Travesía…
No Sirve de nada ir más lejos si no estás conmigo…
La siguiente parada en el camino es un lago donde estamos presentes, rodeado de flores en las que encontramos a nuestros amigos, mariposas en las que encontramos a un ser muy querido, árboles en los que está una energía muy especial, un claro donde está nuestra maestra de Yoga y finalmente el Sol donde encontramos a esa pareja futura que todavía no conocemos…
Visitamos cada uno de esos lugares y hallamos en los amigos ese derecho y regalo de pasarlo bien en la libertad de ser como somos y ser amadas por cómo somos. Lo más parecida a una tierra prometida, acompañados por la complicidad de esas personas especiales afines. Gracias a nuestra valentía de ir hacia esa pareja más joven, gracias a nuestra valentía por dejar atrás lo que ya no necesitamos en nuestra vida, se nos otorga la oportunidad de encontrar esta tierra prometida y liberarnos del yugo de otros, que han decidido vivir la vida de otra manera…
En esos árboles, rodeados de esa energía tan especial. Encontramos ese espacio para gozar de quienes somos y permitirnos sentir más allá de los sentidos. Las fronteras se abren para descubrir tierras que antaño habíamos sentido como nuestras pero que no habíamos todavía visitado en esta vida. Ahora en este espacio y momento nos regalamos el placer de vivir estas nuevas experiencias. Y aunque el miedo fue con quien empezamos esta andadura a este se han añadido la alegría, la curiosidad y la ternura para visitar este bosque con esta energía tan especial. El Tantra…
En esas mariposas encontramos a ese ser tan querido que nos agradece ser. Para él somos un ejemplo y manifestamos lo que anida en su interior y que si no fuera por el fuego de nuestra presencia esa llama sería sofocada por el viento de los demás. Comprendemos como hemos estado toda la vida, avivando este fuego sagrado y protegiéndolo como hemos podido del viento de los demás. Ahora ha llegado el momento de prender la llama de nuestro templo interno, ha llegado el momento de que este fuego sagrado ilumine nuestro reino y deje de ser un secreto a voces… Hoy el tiempo es nuestro…
En esa maestra de Yoga, descubrimos que todo aquello que admiramos en ella, nos pertenece y como en un espejo mágico tomamos cada uno de esos aspectos, recolectando las virtudes en los recuerdos de nuestra vida, en los que las encarnamos. Así descubrimos que en nuestra vulnerabilidad hacia los demás y hacia nuestros propios juicios, está ella, esa Amazona que toma las expectativas de los demás por el cuello y les reta a que le lleven la contraria. Con esa fuerza vamos hacia lo que creemos, no sin resistencias pero sin vacilar. Así esa seguridad que buscábamos se convierte en un pulso perenne que nos hace sentir vivas, más allá del miedo a complacer.
Y finalmente en ese Sol, lo hallamos a Él. A esa presencia que sentimos en las montañas oscuras. Ha estado presente en todos nuestros hombres de nuestra vida y allí está él, pero esta vez no habita el cuerpo de otro, esta vez está en nuestro cuerpo y cerramos los ojos, nos dejamos llevar a un lugar tranquilo en nosotros y en esa intimidad nos encontramos, ahora podemos sentir como nos ama y al abrir los ojos nos sentimos acompañadas por nuestro amante interno.
Y ahora sí… le decimos… No Sirve de nada ir más lejos si no estás conmigo…
Y Así terminamos el mapa de los Tesoros Perdidos con el asunto de ir hacia una pareja más joven y el miedo que nos acompaña a no creer ser merecedores o estar a la altura.
En esta crónica hablo en plural, ya que como guía en el camino asumo que todo lo que allí acontece tiene que ver conmigo también y porque se me permite caminar por las tierras que antaño pisaron los dioses. Y con esta crónica queremos invitarte a que tú también camines por ellas lo que ha durado esta crónica.